TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
DEL CAMPO CURRICULAR
Importancia en la
educación
Aun cuando la importancia del currículum (como diseño educativo que permite
planificar las actividades académicas) es innegable y esencial para el
desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje, se trata de un tema abordado
escasamente, en el mejor de los casos, cuando no se da por sentado o por obviado,
aseguraron los participantes en la primera sesión del Seminario Sistemas
Educativos Abiertos y Educación a Distancia, de la Coordinación de Universidad
Abierta y Educación a Distancia.
En primera instancia, explicaron que currículum es un
concepto polisémico que se ha trabajado de diferentes maneras y se ha abordado
con diferentes enfoques. Así, puede considerarse como un instrumento, potente,
funcional, y mediato, además de un espacio, también es un plan para el
aprendizaje de acuerdo con el contexto, la visión, el enfoque y momento en que
se esté dando la definición. Este grupo de investigación trata el currículum
como campo cultural y como instrumento funcional de la educación. “Consideramos
que ubicarlo como campo cultural nos permite abordarlo en toda su profundidad,
o por lo menos desde una perspectiva amplia del trabajo”.
Señalaron que para Pierre Bourdieu el campo cultural es un espacio social
regulado, con reglas de acceso y de cuál es el contenido específico de dicho
espacio, así como de quienes son los actores. “En este caso entendemos que el
docente y los educadores son el actor social legítimo para participar en este
espacio”, el cual es dinámico y se modifica permanentemente.
En este sentido, dijeron, la educación es un campo de tensión, de disputa,
de juegos de poder, en el que participan diversos actores quienes determinan
cuáles son los temas a tratar en el currículum de acuerdo con la situación del
país. “El México de hoy, es seguramente distinto al de hace 10 años. Si alguien
preguntara cuáles son las preocupaciones actuales, probablemente, se hablaría
de seguridad, corrupción, criminalidad, violencia en el país”, aspectos que
también tienen impacto en la manera en cómo se articula el currículum.
En cuanto al currículum entendido como instrumento funcional de la
educación institucional y escolarizada, señalaron que permite seleccionar
objetivos y experiencias de aprendizaje, organizar actividades y diseñar una
evaluación eficaz para valorar hasta dónde son eficaces dichas actividades. Para
establecer los objetivos se recurre a diversas fuentes, entre ellas: el estudio
de los educandos; la opinión de los especialistas y las características de la
vida contemporánea.
Agregaron que “cuando hombres concretos, desde su historia particular y sus
intereses específicos actúan buscando determinados fines, estableciendo
determinados medios y jerarquizando determinados valores construyen una
racionalidad específica”. Sin embargo, esos medios y fines tienen que partir de
un principio de razón o racionalidad, la cual está tensada por los valores que
ya existen o los que se construyan. En la actualidad, en el currículum se deben
considerar diversos aspectos, por ejemplo, el ecosófico del cuidado del mundo.
Otras racionalidades a considerar son la económica y la discursiva. Esta última
para permitir que el alumno también pueda apropiarse de la palabra y haya un
diálogo con sus profesores. Al hablar del currículum como utopía educativa,
explicaron que permite proyectar un escenario intencional, es decir, un espacio
pensado que lleve a la transformación individual y colectiva. Como conclusiones
preliminares señalaron que el currículumes un modelo del campo cultural que se
construye con base en la concepción que se tiene de realidad, como criterio
para la acción racional. “Es decir, cuál es la concepción que tenemos en este
momento, en este contexto y hacia dónde nos vamos a dirigir, es una paradoja
pero vamos hacia la utopía y vivimos en una que probablemente ya no resuelve
las necesidades que tenemos o que nos han ido creando y que por eso nos lleva a
movernos”.
Asimismo, el currículo busca conjuntar de manera lógica las ideas acerca de
las metas que persigue la educación. Por tanto, deben elegirse racionalmente
los objetivos, mismos que se crearán de acuerdo con sistemas de valores,
objetiva y filosóficamente. El currículo mediante el contenido, articula las
racionalidades y las reproduce. El contenido afirma el hacer convirtiéndolo en
significativo y valioso; señala, indica el vínculo, las formas e inclusión que
el sujeto guarda hacia el mundo.
Actualmente
estamos inmersos en constantes cambios a
nivel social, económico, cultural, científico y tecnológico en los que nos
vemos involucrados debido a los procesos de globalización. De allí nace la gran
necesidad de una transformación educativa que permita el alcance de los nuevos
retos, que impone la sociedad; centrados, de esta manera, en la premisa de que
los educandos desarrollen todas sus capacidades a fin de que puedan hacer
frente a las necesidades que en su contexto existan.
Según lo antes expuesto, podemos generar la
relación entre la sociedad-currículo-educación, siendo el currículo el pilar fundamental de la educación, tal
y como lo establece - Gimeno Sacristán
(1988, pág. 34). "currículo es el eslabón entre la cultura y la sociedad
exterior a la escuela y la educación, entre el conocimiento o la cultura
heredados y el aprendizaje de los alumnos, entre la teoría (ideas, supuestos y
aspiraciones) y la práctica posible, dadas unas determinadas condiciones. El
currículo es la expresión y la concreción del plan cultural que una institución
escolar hace realidad dentro de unas determinadas condiciones que matizan ese
proyecto".
Debido a la
importancia que tiene el currículo para la educación, se han implementado
cuatro pilares fundamentales, los cuales son: El aprender a conocer, aprender a
hacer, el aprender a convivir y el aprender a ser; esto permite una
reconceptualización curricular en donde los contenidos limitados se expanden en
tres partes tomando en cuenta lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal
que van en relación con los primeros tres pilares para lograr el ser que deseamos.
IMPORTANCIA EN LA PLANEACIÓN EDUCATIVA
La
planeación educativa (Lallerana, McGinn, Fernández y Álvarez, 1981) es el
proceso en el cual se determinan los fines, objetivos y metas de una actividad
educativa a partir de los cuales se determinarán los recursos y es2trategias
más apropiadas para su logro.
La planeación
educativa implica el desarrollo de 5 fases: El diagnóstico, el análisis de la
naturaleza del problema, el diseño y evaluación de las opciones de acción , la
implantación y la evaluación (Díaz-Barriga Arceo et al. 1990) y la
clarificación previa de supuestos básicos: epistemológicos, axiológicos, teleológicos
y futurológicos (Taborga, 1980). El diseño curricular forma parte esencial de
la planeación educativa. El término currículo puede tener tres acepciones: a)
un documento que será el punto de partida para planear la instrucción, b) un
sistema de planeación y c) un campo de estudio que abarca el diseño curricular,
la ingeniería curricular y la investigación-teoría necesaria para fundamentar
el diseño y la ingeniería curricular (Beauchamp, 1977). Como documento diversos
autores han discutido los elementos del currículo: Para Phenik (1968) el
currículo incluye tres componentes: a) la descripción de lo que se estudia
(contenido o materia de instrucción); b) la descripción del método de enseñanza
y c) el orden en que se realizará la instrucción Para Taba (1974) el currículo
incluye: a) una declaración de las finalidades y objetivos específicos; b) una
selección y organización del contenido; c) ciertas normas de enseñanza y
aprendizaje y d) un programa de evaluación de los resultados. Para Arnaz (1981)
el currículo es el plan que norma y conduce explícitamente un proceso concreto
y determinante de enseñanza aprendizaje que se desarrolla en una institución
educativa y contiene cuatro elementos: los objetivos curriculares; b) los
planes de estudio; c) las cartas descriptivas y d) un sistema de evaluación.
Johnson
(1970) considera en cambio que el currículo establece los fines de las
experiencias de aprendizaje y no los medios. Arredondo (1981) indica que el
currículo incluye: a) el análisis y reflexión sobre las características del
contexto del educando y de los recursos; b) la definición tanto explícita como
implícita de los fines y objetivos educativos y c) la especificación de los
medios y los procedimientos propuestos para asignar racionalmente los recursos
humanos, materiales, informativos, financieros temporales y organizativos de
tal manera que se logren los fines propuestos.
Glazman y De
Ibarrola (1978) establecen como elementos del currículo: a) el conjunto de
objetivos de aprendizaje operacionalizados; b) convenientemente agrupados en
unidades funcionales y estructuradas de tal manera que conduzcan a los
estudiantes a alcanzar un nivel universitario de dominio profesional; c) que
normen eficientemente las actividades de enseñanza y aprendizaje que se realizan
bajo la dirección de las instituciones educativas responsables y d) permitan la
evaluación de todo el proceso de enseñanza.
De manera
comprensiva todas las definiciones revisadas señalan en el currículo la
existencia de la menos los siguientes elementos: a) una especificación del
contexto del educando y de los recursos; b) una definición explícita de
objetivos, fines propósitos o metas del proceso educativo; c) una descripción
de unidades de estudio debidamente estructuradas; d) una descripción de los medios
y procedimientos que se utilizaran para lograr los fines establecidos y e) un
sistema de evaluación del logro de los objetivos. Respecto al proceso de
estructurar el currículo, el diseño curricular, existen también diferentes
concepciones en su definición y las acciones involucradas en el mismo.
Arredondo (1981) considera el diseño curricular es un proceso, en tanto que el
currículo es la representación de una realidad determinada resultado de dicho
proceso. Para Ángel Diaz-Barriga (1981) el diseño curricular es una respuesta
no solo a los problemas de carácter educativo, sino también a los de carácter
económico, político y social.
Para Tyler
(1979) el diseño curricular con el que se determinan: a) los fines que desea
alcanzar la escuela; b) las experiencias educativas que ofrecen las mayores
probabilidades de alcanzar dichos fines; c) la organización de las experiencias
de aprendizaje que permita el logro de dichos fines y d) el diseño de
procedimientos que faciliten la comprobación del logro de los objetivos
propuestos. Considera como posibles fuentes de información el estudio de los
propios educandos, el estudio de la vida contemporánea fuera de la escuela, las
consideraciones filosóficas, la función de la psicología del aprendizaje y los
especialistas en distintas asignaturas.
Como proceso
el diseño curricular es para Arredondo ( 1981) un proceso dinámico, continuo,
participativo y técnico en el que se pueden distinguir cuatro fases: a) El
análisis previo de las características, condiciones y necesidades del contexto
social, político y económico, del contexto educativo del educando y de los
recursos disponibles y requeridos; b) La especificación de los fines y
objetivos educacionales con base en el análisis previo, el diseño de los medios
(contenidos y procedimientos) y la asignación de los recursos humanos,
materiales, informativos, financieros, temporales y organizativos de tal manera
que se logren dichos fines; c) la puesta en práctica de los procedimientos
diseñados y d) la evaluación de la relación que existe entre los fines, los
objetivos, los medios y los procedimientos con las necesidades del contexto,
del educando y de los recursos y la evaluación de la eficacia y eficiencia de
los componentes para lograr los fines propuestos .
Acuña y
colaboradores (1979) proponen que el proceso de diseño curricular contemple las
siguientes fases: a) El estudio de la realidad social y educativa (aportaciones
científico-tecnológicas de la comunidad, aspectos socioeconómicos y culturales,
planes de estudio vigentes, instituciones e individuos) ; b) El establecimiento
de un diagnóstico y un pronóstico con respecto a las necesidades sociales; c)
Elaboración de una propuesta curricular como posibilidad de solución de la
necesidades advertidas que incluya la selección y determinación de un marco
teórico, el diseño de programas y planes de estudio y la elaboración de
recursos didácticos, y d) la evaluación interna y externa de la propuesta.
Arnaz (1981) propone que el diseño curricular implica cuatro fases: a) la
elaboración del currículo; b) La instrumentación de currículo; c) la aplicación
del currículo y d) La evaluación del currículo.
Para elaborar
el currículo propone que se tienen que desarrollar las siguientes actividades:
Formular los objetivos curriculares, elaborar el plan de estudios, diseñar el
sistema de evaluación y elaborar las cartas descriptivas. La formulación de los
objetivos curriculares, es decir definir lo que se ha de obtener al término del
proceso educativo, implica en primer lugar, la precisión de las necesidades de
aprendizaje, enseguida, caracterizar al alumno insumo, a continuación elaborar
el perfil egresado y por último definir propiamente los objetivos currículares.
La precisión
de las necesidades de aprendizaje consta de cuatro etapas: la identificación o
establecimiento de los propósitos de la institución: la legislación que sea
aplicable al caso y el conjunto de normas, políticas y valores que regirán el
proceso; la selección de las necesidades que se atenderán; la jerarquización de
las necesidades seleccionadas y la cuantificación de dichas necesidades. La
caracterización del alumno insumo consiste en especificar las características
del alumno a quien se capacitará: su nivel de escolaridad, edad, intereses,
motivaciones.
Al elaborar
el perfil del egresado se describen los alumnos producto del sistema para el
cual se está elaborando currículo, en forma detallada se establece: lo que será
capaz de hacer, los valores y actitudes que habrá asimilado y las destrezas que
habrá desarrollado.
Al definir
los objetivos del programa se explicita el resultado que se pretende obtener
como resultado de este proceso educativo, dando mayor importancia a lo que hará
el educando y no a lo que hará la institución.
La segunda
fase de la elaboración del currículo es la estructuración del plan de estudios.
El plan de estudios es una descripción general de lo que será aprendido por el
estudiante y cuánto tiempo requiere para ello. Su función es la de informar a
profesores, educandos y administradores sobre lo que ha de aprenderse y el
orden que seguirá en el proceso. Elaborar el plan de estudios implica tres
actividades: seleccionar los contenidos, derivar de los objetivos generales los
objetivos específicos a partir de los cuales se estructurarán los cursos y
desglosar los que formaran parte del plan de estudios.
Establecidos
los objetivos curriculares y definido el plan de estudios la siguiente
actividad es diseñar un sistema de evaluación que establecerá las políticas que
regirán la evaluación de cada uno de los cursos y del sistema en general,
incluyendo los criterios de acreditación. En esta actividad se realizan tres
suboperaciones: La definición de políticas de evaluación, para la cual se toman
en consideración el marco jurídico de la institución, los principios políticos,
filosóficos y científicos de la misma, los objetivos del plan y la naturaleza
de los contenidos y estructuración del curso. Se debe cuidar que estas
políticas sean congruentes con el sistema. Tras definir las políticas se debe
seleccionar los procedimientos de evaluación, es necesario elegir los métodos y
técnicas que mejor respondan a las necesidades de evaluación de los
aprendizajes conforme a las políticas definidas. La tercera sub-operación es la
caracterización de los instrumentos de evaluación, es decir describir las
propiedades que deberán tener los instrumentos para ser útiles.
La
elaboración de las cartas descriptivas es la última actividad al desarrollar un
currículo. Una carta descriptiva es el documento en que se detalla la forma en
que se trabajará cada curso del plan de estudios. Para estructurarla es
necesario desarrollar seis actividades importantes: elaborar los propósitos del
curso; elaborar los objetivos terminales de los cursos; establecer los
contenidos de los cursos; elaborar los objetivos específicos de los cursos; diseñar
las experiencias de aprendizaje y definir los criterios y medios para la
evaluación en cada curso. Una vez que se ha diseñado el plan de estudios la
siguiente tarea es instrumentarlo. La instrumentación del plan requerirá de 5
acciones: entrenar a los instructores, elaborar los instrumentos de evaluación,
seleccionar o elaborar los materiales didácticos, ajustar el sistema
administrativo al plan, adquirir y o adaptar instalaciones físicas y realizar
las actividades de instrucción
La siguiente
etapa es la aplicación del currículo y la última es la evaluación del currículo
en la que se evaluará el sistema de evaluación, las cartas descriptivas, el
plan de estudios y los objetivos curriculares. Glazman y De Ibarrola (1978)
proponen un modelo que se puede dividir en cuatro etapas: a) La determinación
de los objetivos generales del plan de estudios, b) La operacionalización de
los objetivos generales que incluye el desglosamiento de los objetivos
generales en específicos ( que constituirán el nivel último del plan de
estudios) y la agrupación de los objetivos específicos en conjuntos (que
constituirán los objetivos intermedios; c) Estructuración de los objetivos
intermedios que incluye la jerarquización de los objetivos, su ordenamiento y
la determinación de las metas de capacitación gradual, y d) La evaluación del
plan de estudios que incluye la evaluación del plan vigente, del proceso de
diseño y la evaluación del nuevo plan. Tratando de sintetizar estas
concepciones Frida Díaz Barriga señala que podrían ser cuatro las fases del
diseño curricular: a) El análisis previo, b) El diseño curricular; c) La
aplicación curricular y e) La evaluación curricular
Aunque junto
con sus colaboradores propone un modelo de diseño curricular que incluye cuatro
etapas: a) La fundamentación de la carrera profesional; b) La elaboración del
perfil profesional; c) La organización y estructuración curricular y d) La
evaluación continua del currículo. En este modelo la fundamentación de la
carrera profesional implicará: a) La investigación de las necesidades abordadas
por el profesionista; b) La justificación de la perspectiva a seguir con
viabilidad para abarcar las necesidades; c) La investigación del mercado
ocupacional para el profesionista; d) La investigación de las instituciones
nacionales que ofrecen carreras afines a la propuesta; e) El análisis de los
principios y lineamientos universitarios pertinentes; y f) El análisis de la
población estudiantil
La
elaboración del perfil profesional a su vez requiere: a) Investigar los
conocimientos , técnicas y procedimientos de la disciplina aplicables a la
solución de problemas; b) investigar las áreas en la que podrá laborar el
profesionista; c) Analizar las tareas potenciales del profesionista; d)
Determinar las poblaciones con las que podría laborar el profesionista; e)
Desarrollar un perfil profesional a partir de la integración de las áreas,
tareas y poblaciones determinadas y f) Evaluar el perfil profesional.
En la etapa
de organización y estructuración curricular el diseñador deberá: a) determinar
los conocimientos y habilidades requeridas para alcanzar los objetivos
especificados en el perfil profesional; b) La determinación y organización de
áreas tópicos y contenidos que contemplen los conocimientos y habilidades
especificados previamente; c) La elaboración de un plan curricular determinado
y d) La elaboración de los programas de estudio de cada plan curricular.
Finalmente en
la etapa de evaluación curricular se incluyen tres tareas: a) El diseño de un
programa de evaluación la evaluación externa,; b) El diseño de un programa de evaluación
interna y c) El diseño de un programa de reestructuración curricular basado en
las evaluaciones anteriores. Por su parte Angel Diaz-Barriga (1996) identifica
dos propuestas de diseño curricular contrapuestas la teoría de diseño
curricular estadounidense y la teoría curricular por objetos de transformación.
De acuerdo con su análisis en el diseño curricular se distinguen cinco fases en
el modelo Estadounidense: a) el diagnóstico de necesidades; b) La elaboración
del perfil del egresado o de los objetivos terminales; c) El establecimiento de
asignaturas y tareas; d) El diseño del mapa curricular y e). Durante el
diagnóstico de necesidades se determinan las necesidades educacionales de los
estudiantes, las condiciones de aprendizaje en el aula y los factores que
afectan la realización óptima de los objetivos educacionales. El diagnóstico se
refiere pues al estudio de las carencias que se deben tomar en cuenta para
diseñar los objetivos de la educación, dichas carencias se pueden determinar
estudiando al alumno, al especialista y a la sociedad. La segunda fase del
diseño de un plan de estudios en la teoría estadounidense curricular destaca
por la elaboración de los objetivos a partir de los cuales se determinaran una
serie de conocimientos, habilidades y actitudes. En la tercera etapa de la
elaboración de un plan de estudios se encuentra la organización escolar, la
cual debiera implicar un análisis en tres niveles: el epistemológico, el
psicológico y el institucional. En este momento según el modelo norteamericano
se trata de definir las asignaturas. En la cuarta etapa en el modelo
norteamericano se deberá determinar formalmente la duración y créditos del plan
de estudios y agrupar la materia por módulos o semestres. En la última fase se
evalúa el logro de los objetivos planteados. En contraposición en la teoría
curricular modular por objetos de transformación las fases que se desarrollan
son: a) El establecimiento del marco de referencia; b) El estudio de la
práctica profesional; c) La selección de los módulos (elección de los objetos
de transformación); d) la elaboración de los módulos y e) la evaluación. La
crítica que se hace al modelo estadounidense es que a menudo el diagnóstico de
necesidades más que descubrir una
necesidad la oculta, debido a que no se toma en cuenta un marco de referencia a
partir del cual se analice la práctica profesional. Por esa razón la primera
fase de esta segunda propuesta consiste en el estudio de las prácticas
profesionales y de las estructuras económicas, sociales y gremiales como
factores que determinan el ejercicio de la profesión. Se considera que es la
fuente de empleo la que caracteriza una profesión al determinar el conjunto de
actividades que se realizaran. Se trata de realizar un análisis de las fuerzas
productivas y la consideración histórica de la evolución de las distintas
demandas de mercado de trabajo profesional. Esto es lo que se conoce como marco
de referencia. En la teoría curricular
por objetos de transformación se propone como segunda tarea estructurar el
currículo a partir del estudio de la práctica profesional la que actuará como
factor integrador del plan. Así el contenido por enseñar se determina a partir
de lo que la ocupación presente o futuro del sujeto reclama. Esta propuesta sin
embargo en ocasiones descuida elementos indispensables de formación teórica que
prepare al estudiante no solo para incorporarse a una ocupación sino para que
pueda desarrollar problemas teórico-técnicos de un campo disciplinar
específico.
La tercera
fase en la teoría curricular modular trata más que establecer las asignaturas
determinar los objetos de transformación que implicará a su vez la evaluación
de la concepción del aprendizaje y el diseño de la estructura administrativa
acorde a las necesidades de la propuesta En la cuarta fase se propone como
tarea la formulación de planes no obligatorios que le permitan al docente el
desarrollo de propuestas de trabajo a partir del programa básico. Como en la
teoría estadounidense la última fase es la evaluación que busca superar solo la
medición y aplicación de exámenes..
Para
estructurar el sistema deberán realizarse los siguientes pasos: a) Diseñar una
red secuencial y los modelos particulares; b) Elaborar las matrices de investigación
de las necesidades del país; c) Definir el perfil de las carreras seleccionadas
a partir de los requerimientos curriculares concretos; d) Determinar los
requerimientos curriculares de apoyo; e) Distribuir los contenidos académicos
en áreas de asignatura y cursos; f) Definir los objetivos académicos por
asignaturas y cursos; g) Diseñar proyectos pedagógicos para las asignaturas y
los cursos, h) Diseñar los programas de las asignaturas y los cursos y i) Distribuir
las áreas académicas, asignaturas y cursos dentro de los planes de estudio.
Como se puede
observar la teoría del diseño curricular es extensa y fundamentada en
referentes teóricos diversos. Nosotros creemos sin embargo que si revisan todas
las propuestas desde la perspectiva de la práctica profesional, es decir
considerando las acciones concretas que un profesionista en este campo debe
realizar, se pueden clarificar las tareas a desarrollar. No se trata de adoptar
un punto de vista ecléctico, si no de considerar los deberes concretos que un
experto en planeación educativa debería desempeñar como parte de quehacer
profesional.
Así tenemos
que son cuatro las tareas que se piden al experto curricular que realice:
Fundamentar
una propuesta curricular
Diseñar un
currículo
Aplicar un
currículo y
Evaluar el
currículo.
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